lunes, 4 de julio de 2011

Si quieres apágalo





Asómate ¿viste lo que te dije? ¿viste cómo caminan? Se parecen a nosotros ¿verdad? Desde que llegamos te lo he estado diciendo, aquí sí se dan las condiciones, para encontrar lo que estamos buscando.
Vamos a observarlos un poco más, por lo que he podido ver no son violentos, parecen vivir en un extraño equilibrio, se me hacen incomprensibles muchas de sus actitudes; es como si no hubiera límite entre unos y otros; es como si de pronto yo pudiera atravesarte, como si no tuvieras piel, ni nada tangible.

No sé qué consecuencias puede generar esa acción que ellos dominan de poder atravesarse, no sé qué secuelas puedan dejar en uno de nosotros si logran acercársenos lo suficiente.
Pero tenemos que acercarnos, tenemos que establecer si ellos tienen lo que estamos buscando o no lo tienen; si lo tienen, tendremos que arriesgarnos a acercarnos a ellos. Si no lo tienen; entonces nos vamos y luego, si hay una oportunidad, venimos a saber más de ellos.
¿Viste? Ley de Murphy, sí lo tenían; ahora tenemos que acercarnos a ellos poco a poco y si a uno de nosotros le pasa algo, el otro elimina a todo ese poco de bichos y se devuelve cargando al otro.

Oye, si miras bien, te das cuenta de que son agradables, incluso me he tratado de comunicar con aquella, la del cabello azabache: Cuando ha ido sola a hacer algo en aquello que parece un manantial, he tratado de acercarme a ella, pero apenas oye algún ruido extraño se regresa velozmente hasta aquel grupo de promontorios de material arenoso, que parece servirles como refugio.

Pero cómo vamos a hacer, qué le vamos a decir?  ¿Cómo le vamos a explicar las diferencias, cómo vamos a hacer para convencerlos de que nos den lo que vinimos a buscar?
Esto está muy complicado, no entiendo por qué no valoramos todas estas variables antes de venirnos, ahora no sabemos cómo responder.
Pero no podemos volver con las manos vacías, mientras más rápido llevemos lo que hemos venido a buscar, más oportunidad tendremos de sobrevivir como civilización.
Debemos acercarnos a ellos lo antes posible, de la manera que sea, en este punto se trata de supervivencia o ética: A ellos les queda mucho más tiempo que a nosotros.

¿Viste cómo me trataron? Unos casi se mueren de pánico y otros inmediatamente me dieron todo lo que tenían, había unos (los más fuertes) que me miraban cierta ira, pero eliminé a dos o, creo que fueron, tres y ya no hubo más resistencia.
Pedí que me enviaran a la de cabello azabache, para enseñarle nuestro lenguaje y así convertirla en nuestra interprete y de una vez, vaya enseñando a los otros a entenderlo.

Ya les dije para qué habíamos venido y no lograron entender nada, ellos creen que somos algo así como un ente muy poderoso que está sobre ellos y que deben obedecernos o serán destruidos (debe ser por aquello de los tres que eliminé para evitar amenazas futuras).
Creo que la única forma de entendernos con ellos es el lenguaje metafórico, así que le dije que sí éramos esos entes poderosos que veníamos de muy lejos y que solo podían demostrar su obediencia trayéndonos la mayor cantidad posible de eso que vinimos a buscar.

Hay que enseñarles a hacer todo, ni siquiera saben organizarse para realizar una actividad tan sencilla como la de recolectar todos los fragmentos de lo que vinimos a buscar.

Hay que enseñarles que debe haber un jefe que lo controle todo y que sea él quien dé las órdenes de lo que debe hacerse, también deben haber unos auxiliares de este jefe, que lo ayuden a controlar a los distintos grupos de trabajo y por  último debe haber en el resto del personal una voluntad de obediencia ciega por el jefe y sus ayudantes.

Las cosas van a funcionar de este modo, mientras salimos de la emergencia, después y con más calma les permitiremos volver al extraño equilibrio en el que estaban.
Pero hay un problema ninguno de los jefes que hemos puesto, ha funcionado, ellos no parecen comprender el concepto de lo que es un jefe y  ninguno es aceptado ni concebido como jefe y no es bueno eliminar a otro de ellos para que el temor a ser destruidos los haga obedecer, eso retardaría demasiado la obtención de lo que venimos a buscar.

Tengo una idea, pero es un poco extrema: Estuve pensando que ya que mis relaciones con aquella del cabello azabache son muy cercanas, intentaré fecundarla y de esa manera, la cría que nazca, será descendiente directo de nosotros y por lo tanto estará por encima de ellos y le deberán obediencia como ahora nos la profesan a nosotros.

Pero, si hago lo de la fecundación, ya no podremos devolverles al antiguo y extraño equilibrio en que vivían. Pero como dije antes, se trata de supervivencia y no de ética. Después veremos cómo lo arreglamos, pero en verdad necesitamos de esa estructura   primitiva de organización porque es lo más fácil de implementar y aunque a largo plazo puede generar graves distorsiones en las formas de hacer las cosas,  a corto plazo nos va a dar los resultados que nos urge obtener.

Bueno está hecho; ya saben recolectar, clasificar y almacenar lo que les pedimos, el modelo arcaico de organización que les enseñamos está funcionando según lo previsto y al nacer la cría de la del cabello azabache, todos le deberán obediencia. A la madre la hemos entrenado para que transfiera a su cría una buena cantidad de información que les va a  servir para gobernar a los suyos con equilibrio y bienestar.

¿Ya montaron todo? Bueno vamos a irnos de una vez, ya me despedí de la del cabello azabache (no te puedo negar que me sentí un poco triste, sobre todo al ver a la cría) espero que podamos volver pronto.
¿Viste? Por haber mezclado su sangre con la nuestra, ahora nos rinden un culto. Bueno, espero que eso no se vaya a convertir en una complicación.

Oye, me costo salir de ese lugar, se me estaba desarrollando un nivel tal de apego a ese sitio, que tuve que hacer un verdadero esfuerzo para liberarme de todos los vínculos que formé allí.

Al llegar, entregamos lo que vinimos a buscar y nos devolvemos para acá, quiero que los elementos tóxicos que dejamos en este lugar sean neutralizados lo antes posibles, total al entregar esto, ya la emergencia habrá terminado.

¡Oye qué es eso que viene hacia nosotros…! ¡cuidado! ¡ parece un astero….

-Mi amor… ¿tú vas a seguir viendo ese programa de Alienígenas Ancestrales?

No, yo hace rato que estoy dormido, si quieres apágalo…Tenía un sueño más raro…       


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