jueves, 2 de noviembre de 2017



Tú y Yo
(Dedicado a una foto que vi en faceboock)



Y qué era el amor si no eso… Una necesidad permanente de sentir la felicidad del otro… Su Alegría; esa sonrisa que causaba un vértigo entre el pecho y el abdomen, para que luego una sensación de sosiego te embargara, como una cálida colcha en un día nublado. 

Ella: Me condenó desde un principio; optó por ver sólo el deseo y no la pasión porque, para mí lo es todo: ternura, lealtad, romance, aprecio, respeto, placer y paz, la pasión lo es todo. Pero Ella sólo quiso ver el deseo, y aunque para mí, el deseo me identifica, no me determina. Ella sólo quiso ver Deseo…

Aun así lo viví y se lo hice vivir (ese amor que por ella sentía y el que, en un muy mal momento ella aceptó que existía). La verdadera satisfacción de que alguien disfrute de lo más real de tu esencia y que sea eso lo que realmente importe, primero desde ti hacia ti y después desde cada uno de nosotros hacia el otro. 

Pero eso nunca fue posible, del todo, para mí, a mí me bastaba con verla; yo era feliz y me importaba muy poco el asunto de la autorealización , ya que aún no terminaba de reconocerme; demasiados miedos inoculados, demasiada información toxica y equivocada; patrones culturales que niegan la empatía (¿y como carajos se ama sin empatía?). Estaba frito, pero aun así, me las arreglé para que Ella sintiera el amor que le tenía.

Pero un día, sólo me cansé; comenzó a no tener sentido estar haciendo todo aquello y me alejé (sólo un poco) Y ese justo momento, en que había mandado todo al mismísimo infierno, Ella vino y me preguntó por mí. ¿La respuesta? ¿Qué fue lo que le respondí? Eso es justo lo que me tiene escribiendo esto: Ella fue incluida en el envío exprés de "toda vaina al infierno"; creencias, convicciones, incluso sueños. 

Pero uno nunca puede desprenderse de la música de Silvio y Ella estaba en un buen número de canciones que yo nunca iba a dejar de escuchar y tal vez sea eso también lo que me tenga escribiendo esto.

Uno nunca debe desprenderse de los amores amados; ellos son la memoria latente de lo que en verdad debería definirnos: Nuestra capacidad para sentir la felicidad del otro (Y en mi caso incluso: la alegría, sólo, de verte).

No hay comentarios:

Publicar un comentario