martes, 11 de octubre de 2011

Reconformación



¿Y si es cierta esa idea de que dios fue un ser único que lo sabía todo menos cómo sería la realidad sin él, y que entonces el big bam no es más que la explosión autodestructiva de este ser único, atormentado por saberlo todo, menos cómo sería la realidad en su ausencia, y una vez  que lo supo  ha estado buscando la forma de recomponerse? Podríamos imaginarnos entonces, la evolución como un intento de dios por lograr esa reconformación.

Eso explicaría muchas de las cosas que ahora se dicen saber, sobre la posible existencia de un dios; un ser o ente superior. Explicaría la creencia de que dios está en todas partes, explicaría el por qué del big bam, explicaría la forma cómo la evolución fue creando todas las condiciones necesarias para que surgiera un tipo de vida inteligente, que luego produjera las condiciones necesarias para la reconformación del hipotético ente superior.

De allí que todas las culturas desde sus mismísimos inicios, hayan intuido la presencia de un ser superior al cual están ligados y en torno al cual deben aglutinarse. Pero pereciera requerirse un nivel más profundo de comprensión de la realidad, para lograr esa reconformación que el ente estallado busca.

Tal vez en otros lugares de este universo, producido por el big bam, ya hayan emergido formas inteligentes de existencia, que hayan logrado la reconformación parcial de nuestro dios explosivo. Y nosotros hallamos caído en una especie de retraso, producido por una deformación en la comprensión de la idea de dios, en la cual existen dos planos de la realidad: en uno de ellos, se le guarda total lealtad a un dios creado a la medida de la configuración cultural hegemónica, que incluso niega y combate cualquier idea alternativa a ella, estableciendo un conjunto de códigos desde los cuales se rigen los patrones de comportamientos tanto individual como colectivos, pero cuyo cumplimiento sólo es requerido para los procesos de conciencia planteados en conceptos ambiguos desde los cuales es posible justificarlo todo y para lo cual se ha creado un espacio abstracto, dentro del cual es que debe ser visualizada cualquier realidad que quiera ser tomada en cuenta . En el otro plano, es un escenario de realidad concreta, configurado para sostener a las castas hegemónicas que rigen sobre los demás, desde la idea de ser los elegidos para lograr el verdadero destino de la humanidad.

Pero, si esta idea del dios explosivo tuviera algo de cierto, ¿no creen que nuestro dios debe estar un poquito preocupado por el rumbo de las cosas? o ¿será que acaso este dios necesita que desaparezcamos para poder reconformarse?, esa sería una buena explicación para muchas cosas o ¿necesita que el desarrollo científico-técnico progrese hasta un nivel que nos permita crear un instrumento capaz de reconformarlo y poco le importe el destino del planeta y tenga sobornadas a las castas hegemónicas con la idea de la existencia eterna a cambio de utilizarnos a todos y a todo para lograr la reconformación de este dios, sin importarles el fin de la humanidad?, eso le daría sentido al Apocalipsis.

¿será que todo tiene que destruirse para que él se recomponga?

Hay otra hipótesis de este mismo asunto: ¿si esta deformación de la idea de dios y su propuesta(impuesta) de dividir la teoría de la práctica y de pretender separar lo abstracto de lo concreto y todas esas ideas descabelladas de alienar lo espiritual de lo físico y toda esa parafernalia que les permite a las castas dominantes: establecer, validar, aceptar, reconocer, dar por cierto, en otras palabras, aprobar o no, qué es lo real  y qué no lo es? ¿si esta deformación nos impidiera acceder a una comprensión más integral de la idea de dios, que nos lleve al desarrollo de una realidad en equilibrio, que nos permita conjugar todas nuestras energías vitales para lograr la verdadera forma de reconformación que este supuesto dios ideó en un principio, pero que ante la imposibilidad de que podamos alcanzar las condiciones necesarias para su reconformación natural, ha optado por un plan “b”, en el cual se aprovecha de la irracionalidad autodestructiva de las castas hegemónicas, para producir (aún a costa de nuestra propia destrucción) la cantidad de energía necesaria para su reconformación.

Pero esto puede ser contraproducente para todos: si, por ejemplo, las castas dominantes nos destruyen a todos y a todo, sin lograr propiciar las condiciones necesarias para reconformar a nuestro dios explosivo, este, al no lograr reconformarse, tendrá que buscar esa energía en otro lado (si es que es posible), pero menos aún podrá cumplir con la promesa de vida eterna con la cual ha venido sobornando a las castas hegemónicas, un pacto que les hace creer a estas, que no importa lo que hagan, siempre y cuando lo hagan en su nombre, tienen la salvación eterna asegurada, pero como dijimos antes, si su plan falla (y tenemos serios motivos para creer que eso pase) todos estaremos fritos, empezando por estas trastornadas castas hegemónicas y su dios explosivo.
Es como la apuesta de Smith, pero un poco más dramática: si todos partimos de la idea de reconformar a dios a través de la conjugación armónica de todas nuestras energías, lograda a través de un sistema equilibrado de relación con la realidad, producido por patrones integrales de comprensión – acción, que signifiquen el vínculo inalienable y complementario con que la teoría y la practica, lo abstracto y lo concreto, lo espiritual y lo físico, etc., conviven en la realidad.
Si dios existe nos veremos recompensados por su gratitud y si no existe, el cambio que se puede llegar a operar en sistema de relaciones actual, nos permitiría no seguirnos autodestruyendo e incluso recuperarnos del actual estado de destrucción en que estamos.

Reconformación artificial y destructiva o reconformación Natural y equilibrada; es una carrera que nos están ganando.


Reversos


Reversos

Qué fría está la tarde
Y qué absurda la luz perturbante del plenilunio
sombras de hastío me atrapan el alma
Y sofocan la alegría hasta más allá de cualquier límite

Y entonces sobrevivo
Y sigo luchando en una danza, un movimiento
Que impulse, que dé alegría
Que ilumine, lo más posible, muchos rostros, muchas almas

Y una quimera que me amenaza con descarrilarse
me apunta con su Apocalipsis y un muro de chantaje
en el lindero oeste, completa la empuñadura
con que un Damocles esquizofrénico adornó su convincente espada

Pero el anhelo y ciertas nostalgias se empeñan en tentarme
En convertirme en el dinamitero de cuanto ata, de cuanto amenaza
De cuanto impide, de cuanto daña
Y me invitan a otra danza que se parece más
a la historia que sí quiero

martes, 26 de julio de 2011

SAQUÉ O



Sus pasos cansados por una muy prolongada caminata se detuvieron en el banco de aquella plaza, extenuado y hambriento, posó su cabeza en el respaldo del banco y la aridez de su boca, le recordó que era imperante conseguir algo de beber.

Sus sentidos, agudizados por su precaria situación, pronto le indicaron dónde podía saciar su sed; esa fragancia tan intensa y sutil, prometía el jugoso bocado que su cuerpo requería, aquella fruta jugosa le invitaba a calmar la ardiente sensación de su garganta: la tomó en sus manos, sus uñas descuidadas le sirvieron para retirar la dura concha que la cubría, lo que hizo con desesperada diligencia.
Al fin tuvo en su boca el ansiado manjar, su pulpa jugosa inundaba su paladar, haciendo despertar a aquellas malogradas papilas gustativas, acostumbradas sólo al sabor de la saliva.
Sentía cómo poco a poco aquel néctar se deslizaba por su garganta llenándole de un profundo placer casi olvidado.

Un repentino dolor le hizo despertar de aquel éxtasis, pero no era un dolor interno como a los que ya estaba acostumbrado, aquel era un dolor mucho más inmediato y puntual, mucho más terrenal y contundente.

Sus oídos le alertaron de lo que estaba aconteciendo; un sujeto algo borroso, insistía en golpearlo con un palo, reclamándole no sé qué cosa de un pago, pero la ferocidad de los golpes no le dejaban entender nada, hasta que otro ser menos borroso intercedió para que cesara aquel inexplicable asunto de los golpes.

Parece que aquel ser de los palazos, reclamaba un pago por aquella naranja que él se había comido y le acusaba de haberla robado y no sólo eso, sino que también había regalado otras tantas o otros seres sedientos que por allí pasaron.

La persona que detuvo el castigo trató de hacerle entender que las naranjas que allí estaban pertenecían a aquel ser violento y desagradable y que debía compensarlo por haberlas tomado sin su consentimiento, él aunque extenuado por la muy prolongada caminata que lo había llevado hasta ese lugar, accedió a compensar a aquel ser desagradable con unas horas de trabajo.

Aquel ser desagradable vio la oportunidad de sacar mayor partido de aquella situación y la asignó  a aquel ser cansado y harapiento un conjunto de desproporcionadas tareas.

El sol intenso, hacía de cualquier esfuerzo una tarea de difícil ejecución, sus mermadas fuerzas requerían de un poco de hidratación para poder continuar realizándolas y decidió acercarse a aquel ser desagradable, quien se encontraba bajo una cómoda sombrilla, disfrutando de una refrescante bebida. Con un gesto natural intentó que aquel ser desagradable compartiera con él aquella bebida, pero este, no sólo se negó sino que ofendido, le exigió que comprara una propia.

Pero él no tenía ninguna forma de comprar nada y así se lo hizo saber a aquel ser desagradable, este, viendo que podía sacar provecho de esta nueva situación, le dijo que si se comprometía a realizar unas tareas extras, le podría dar un adelanto para que comprara alguna bebida.

No podía creerlo, por fin su cuerpo recibía el tan anhelado líquido que tanto había estado necesitando y por el que tantos problemas había estado pasando.
Trataba a aquella bebida con un cuidado tal que se diría que no quería tomarla, era como si cada trago le hacía vivir la felicidad absoluta.

El ser desagradable fue a supervisar las tareas que estaba realizando  aquel ser extraño y harapiento, al acercarse notó como cada sorbo de aquella bebida  llevaba a aquel ser extraño y harapiento a un inmenso estado de goce y felicidad, el ser despreciable sintió una como rabia inusitada lo iba invadiendo y con un disimulado descuido, tropezó la bebida del ser harapiento derramándola en el suelo.

El ser extraño y harapiento comprendió que se trataba de un accidente y no se molestó por lo ocurrido, pero sí le solicitó al ser despreciable que le repusiera la bebida derramada, pero el ser despreciable se rió de él y le dijo que si quería otra bebida tendría que realizar más tareas extras para poder obtener otro adelanto.

 SAQUEOOOOOOO…!  una voz estrepitosa dio la alarma y las personas que estaban de compras en aquella plaza, dieron rienda suelta a un muy reprimido sentimiento de frustración e indignación por cómo eran tratados y abusados por aquellos vendedores que ignorando su propio origen, los especulaban sin ningún escrúpulo, aprovechándose de sus necesidades.

Frutas, verduras y tarantines volaron por lo aires, todo se volvió muy confuso y aquel ser extraño y harapiento tomó lo que pensó merecía por sus horas de trabajo y aunque muy cansado, continuó su larga caminata en busca de no sé que cosa.


NIF
   

AMARTE



Ya no sé cuánto tiempo ha pasado, ni cuánta es la lejanía que nos separa, mi pecho hundido en la melancolía de tu ausencia, se asfixia de tanto reciclar el aire de tus recuerdos.

A dónde te fuiste,  ya nunca podré saber el porqué de tu partida.

Ahora soy yo el que parte, no como tú, a la cómoda sensación de una soledad autocomplaciente, no, yo me voy más lejos aún, me voy a un mundo al que pocos han decidido ir por cuenta propia, me voy a donde jamás podré verte de nuevo.

No quieras persuadirme ahora de que no lo haga, ya nada puede hacerme cambiar de opinión, pues sin ti, de nada me sirve estar en este mundo, sin ti mi único deseo es partir.

Y no creas que esto es parte de un chantaje, una maniobra desesperada para que vuelvas a mí, no. Si de algo estoy convencido es que tu partida fue algo definitivo y permanente, me dejaste sabiendo que sin ti no podría seguir viviendo.

Es mi turno de mover las piezas y esta es mi jugada final en este mundo, se trata de una decisión por mucho tiempo postergada, que también es definitiva y permanente.

Es este un viaje sin retorno, parto hacia la nada, hacia el vacío inmenso, hacia le eterna penumbra, hacia el amargo frío de un mundo desconocido y ajeno.

No…! no quieras detenerme! pues ya he firmado todos los documentos que me comprometen a hacerlo, he donado mi cuerpo a la ciencia y ya no hay vuelta atrás, esta misma noche es mi partida, me marcho de un mundo donde mi amor por ti no es posible.

Me voy a donde jamás volveré a verte, me voy A MARTE. 

 P.D: El cohete despega esta misma noche, perdona que no haya podido llamarte.

Saludos.

(ah… creo que por el apuro le faltó un espacio al título)

viernes, 15 de julio de 2011

R EL ACOSADO




Llegó cansado de manejar y se acostó sucio en la cama, jah ella no estaba; nadie podría quejarse, ninguna fuerza de oposición lo haría desgastarse en argumentos con los cuales establecer la factibilidad o idoneidad de algo, simplemente hacer las cosas y ya. Ella no estaba; la cosas podían ser de cualquier forma, sólo tenía que acostarse y ya.

Se levantó de un salto al recordar aquel asunto que tenía pendiente, se acercó a un destartalado escaparate (herencia de una tataratíabuela de sus hijos) y  sacó una computadora portátil, que se mimetizaba muy bien con aquel lugar de donde ha sido sacada. Hizo todos los procedimientos (y demás rituales) para encenderla y conectarse a Internet y fue directamente a revisar su correo; esperaba con ansias una respuesta.

Sí, efectivamente allí estaba su mensaje con la respuesta esperada, aquella que le daba todo el espacio para que él le contara su historia de esos últimos años en los que no se habían visto. Él le hizo un relato breve (muy sintetizado) resaltando las cosas buenas y agradables que le habían pasado en todo ese tiempo transcurrido.

Había cosas de las que no quería hablarle, como los problemas que ahora estaba atravesando su relación debido a un a situación de conflicto permanente, que lo tenía desgastado al límite.

No quería empañar aquel feliz reencuentro; aquella persona había llegado de nuevo a su vida, con toda esa esencia con la que solía inundar cada fragmento de lo que rozaba, con esa sonrisa con la que acariciaba la el alma a través de la mirada y esa voz dulce y suave, como una melodía que se deslizaba sutilmente desde esos labios que evocaban el sabor de las mejores uvas.


Una estampida de recuerdos le hizo colapsar la melancolía y una feroz alegría le revoloteó el pecho, haciendo emerger un tipo de euforia que hacía ya tiempo había desistido en sentir. Una ebullición, su cuerpo era una ebullición.

Aquella persona era una brisa, un toque sutil de la vida, que llegaba justo en el momento en que algo en su vida estaba por definirse, justo al borde de una situación cuyo desenlace nadie podía prever.

Pero quería saberla, era algo que su alma exigía; pero sabía que era una pulsión irrealizable, como cuando de pronto sintonizas una emisora de radio que está poniendo esa canción que tanto amas y desde la radio emerge un sonido que te arrulla el corazón, pero tienes algo pendiente  que te obliga a dejar de oírla.  

Sabía que aunque solo se tratase de una profunda y hermosa amistad, no sería admitida ningún tipo de relación con ella, so pena de conflictos más terribles y más demoledores, que los que ya había vivido.  Necesitar con el alma, volver a percibirla y encontrarse en esa situación de incertidumbre, dividió su psique en varios trozos:

Estaba la parte que sentía que aquella llegada tenía que tener (y valga la redundancia) algún significado, ¿cuánto tiempo la buscó, trató de saber de ella y no logró  encontrarla?    Y ahora era ella quien llegaba sin ningún preludio, que previniera a sus oídos del sónico estallido del recuerdo de su voz.

Por otra parte se encontraba, aquel malogrado intento de salvar a su familia, de reconstruir el sueño pulverizado de un hogar feliz, no sabía si estaba reincidiendo o reintentando, dudaba terriblemente de la factibilidad de aquella empresa, en la que estaban empeñadas tantas ilusiones.

Decidió contárselo todo a aquella persona que tanto quería, pues a pesar del tiempo transcurrido, confiaba ciegamente en esa transparencia que su ser irradiaba, total, sólo había algo que podía suceder: que aquella persona tomara una distancia sana y prudencial de aquella crítica situación, aunque le quisiera ayudar, con su voz serena y cálida, a lograr un desenlace armonioso y feliz de todo aquello.

El resto de la historia es un poco incómoda de contar (aunque sí les diré que me expulsaron de la red social donde me “reencontré” con ella) ah… se me olvidaba decirles que hay un error de tipeo en el título.


lunes, 4 de julio de 2011

Si quieres apágalo





Asómate ¿viste lo que te dije? ¿viste cómo caminan? Se parecen a nosotros ¿verdad? Desde que llegamos te lo he estado diciendo, aquí sí se dan las condiciones, para encontrar lo que estamos buscando.
Vamos a observarlos un poco más, por lo que he podido ver no son violentos, parecen vivir en un extraño equilibrio, se me hacen incomprensibles muchas de sus actitudes; es como si no hubiera límite entre unos y otros; es como si de pronto yo pudiera atravesarte, como si no tuvieras piel, ni nada tangible.

No sé qué consecuencias puede generar esa acción que ellos dominan de poder atravesarse, no sé qué secuelas puedan dejar en uno de nosotros si logran acercársenos lo suficiente.
Pero tenemos que acercarnos, tenemos que establecer si ellos tienen lo que estamos buscando o no lo tienen; si lo tienen, tendremos que arriesgarnos a acercarnos a ellos. Si no lo tienen; entonces nos vamos y luego, si hay una oportunidad, venimos a saber más de ellos.
¿Viste? Ley de Murphy, sí lo tenían; ahora tenemos que acercarnos a ellos poco a poco y si a uno de nosotros le pasa algo, el otro elimina a todo ese poco de bichos y se devuelve cargando al otro.

Oye, si miras bien, te das cuenta de que son agradables, incluso me he tratado de comunicar con aquella, la del cabello azabache: Cuando ha ido sola a hacer algo en aquello que parece un manantial, he tratado de acercarme a ella, pero apenas oye algún ruido extraño se regresa velozmente hasta aquel grupo de promontorios de material arenoso, que parece servirles como refugio.

Pero cómo vamos a hacer, qué le vamos a decir?  ¿Cómo le vamos a explicar las diferencias, cómo vamos a hacer para convencerlos de que nos den lo que vinimos a buscar?
Esto está muy complicado, no entiendo por qué no valoramos todas estas variables antes de venirnos, ahora no sabemos cómo responder.
Pero no podemos volver con las manos vacías, mientras más rápido llevemos lo que hemos venido a buscar, más oportunidad tendremos de sobrevivir como civilización.
Debemos acercarnos a ellos lo antes posible, de la manera que sea, en este punto se trata de supervivencia o ética: A ellos les queda mucho más tiempo que a nosotros.

¿Viste cómo me trataron? Unos casi se mueren de pánico y otros inmediatamente me dieron todo lo que tenían, había unos (los más fuertes) que me miraban cierta ira, pero eliminé a dos o, creo que fueron, tres y ya no hubo más resistencia.
Pedí que me enviaran a la de cabello azabache, para enseñarle nuestro lenguaje y así convertirla en nuestra interprete y de una vez, vaya enseñando a los otros a entenderlo.

Ya les dije para qué habíamos venido y no lograron entender nada, ellos creen que somos algo así como un ente muy poderoso que está sobre ellos y que deben obedecernos o serán destruidos (debe ser por aquello de los tres que eliminé para evitar amenazas futuras).
Creo que la única forma de entendernos con ellos es el lenguaje metafórico, así que le dije que sí éramos esos entes poderosos que veníamos de muy lejos y que solo podían demostrar su obediencia trayéndonos la mayor cantidad posible de eso que vinimos a buscar.

Hay que enseñarles a hacer todo, ni siquiera saben organizarse para realizar una actividad tan sencilla como la de recolectar todos los fragmentos de lo que vinimos a buscar.

Hay que enseñarles que debe haber un jefe que lo controle todo y que sea él quien dé las órdenes de lo que debe hacerse, también deben haber unos auxiliares de este jefe, que lo ayuden a controlar a los distintos grupos de trabajo y por  último debe haber en el resto del personal una voluntad de obediencia ciega por el jefe y sus ayudantes.

Las cosas van a funcionar de este modo, mientras salimos de la emergencia, después y con más calma les permitiremos volver al extraño equilibrio en el que estaban.
Pero hay un problema ninguno de los jefes que hemos puesto, ha funcionado, ellos no parecen comprender el concepto de lo que es un jefe y  ninguno es aceptado ni concebido como jefe y no es bueno eliminar a otro de ellos para que el temor a ser destruidos los haga obedecer, eso retardaría demasiado la obtención de lo que venimos a buscar.

Tengo una idea, pero es un poco extrema: Estuve pensando que ya que mis relaciones con aquella del cabello azabache son muy cercanas, intentaré fecundarla y de esa manera, la cría que nazca, será descendiente directo de nosotros y por lo tanto estará por encima de ellos y le deberán obediencia como ahora nos la profesan a nosotros.

Pero, si hago lo de la fecundación, ya no podremos devolverles al antiguo y extraño equilibrio en que vivían. Pero como dije antes, se trata de supervivencia y no de ética. Después veremos cómo lo arreglamos, pero en verdad necesitamos de esa estructura   primitiva de organización porque es lo más fácil de implementar y aunque a largo plazo puede generar graves distorsiones en las formas de hacer las cosas,  a corto plazo nos va a dar los resultados que nos urge obtener.

Bueno está hecho; ya saben recolectar, clasificar y almacenar lo que les pedimos, el modelo arcaico de organización que les enseñamos está funcionando según lo previsto y al nacer la cría de la del cabello azabache, todos le deberán obediencia. A la madre la hemos entrenado para que transfiera a su cría una buena cantidad de información que les va a  servir para gobernar a los suyos con equilibrio y bienestar.

¿Ya montaron todo? Bueno vamos a irnos de una vez, ya me despedí de la del cabello azabache (no te puedo negar que me sentí un poco triste, sobre todo al ver a la cría) espero que podamos volver pronto.
¿Viste? Por haber mezclado su sangre con la nuestra, ahora nos rinden un culto. Bueno, espero que eso no se vaya a convertir en una complicación.

Oye, me costo salir de ese lugar, se me estaba desarrollando un nivel tal de apego a ese sitio, que tuve que hacer un verdadero esfuerzo para liberarme de todos los vínculos que formé allí.

Al llegar, entregamos lo que vinimos a buscar y nos devolvemos para acá, quiero que los elementos tóxicos que dejamos en este lugar sean neutralizados lo antes posibles, total al entregar esto, ya la emergencia habrá terminado.

¡Oye qué es eso que viene hacia nosotros…! ¡cuidado! ¡ parece un astero….

-Mi amor… ¿tú vas a seguir viendo ese programa de Alienígenas Ancestrales?

No, yo hace rato que estoy dormido, si quieres apágalo…Tenía un sueño más raro…       


domingo, 26 de junio de 2011

Rosita la Niña Cometa


Érase una vez que en una lejana galaxia existía un extraño sistema planetario, compuesto por cinco pequeños planetas. Era uno de estos el hogar de Rosita.


Era este el planeta de la cotidianidad, donde el trabajo, los estudios, algunas amistades, así como la familia y algunas otras cosas, componían la rutina diaria de Rosita.

Pero Rosita no se conformaba con realizar sólo esta actividades y por las noches miraba con curiosidad al cielo tratando de observar algo que la ayudara a conocer cosas de los otros planetas, tratando de imaginarse cómo serían sus habitantes (si es que estaban habitados estos planetas).

Ah...! pero un momento, se me estaba olvidando contarles quien es Rosita; Ella es uno de esos seres donde se conjugan los más contradictorios sentimientos, para explicarles de mejor manera les voy a citar varios ejemplos: tenía la más hermosa valentía que pudiera existir, pero en muchas ocasiones,  solía ser presa de los más inofensivos temores y estos miedos le hacían salir huyendo despavorida a ocultarse en su refugio desde donde lanzaba crueles flechitas al corazón de todo lo que le asustara.

Pero aunque se asustaba con cierta frecuencia, ella amaba el ser libre y cuando lograba deshacerse de sus miedos, corría y saltaba por los bosques y los parques impulsada por su tierna alegría.

Y así vivía Rosita los días de su cotidianidad; a veces huyendo aterrorizada, a veces saltando de alegría, a veces oculta en su refugio, a veces tan libre como su sonrisa, a veces amando, a veces triste y solitaria, a veces rodeada de amigos y felicidad.

Bueno, basta de hablar de Rosita, si no van a creer que tengo algo con ella y créanme que no es así, puesto que ella vive en una lejana galaxia y yo sólo puedo verla desde mi telescopio las noches en que la luna ilumina esa parte del espacio donde ella habita, así que mucho cuidado con un malentendido.

Como les estaba contando, Rosita sentía mucha curiosidad por los otros planetas que la rodeaban y un buen día decidió visitar el planeta que tenía más cerca, era este el planeta Amor.

En el planeta AMOR Rosita conoció a Rodrigo; un ser inteligente y romántico del cual quedó prendada y así, decidió quedarse a vivir allí con Rodrigo.

Pasó algún tiempo y todos los días eran de amor... amor en el desayuno, en el almuerzo, la merienda y la cena, amor los fines de semana, los días feriados y los días hábiles también, amor en el cielo y en la tierra, amor, amor, amor, amor...

Y Rosita quedó atrapada en la rutina del amor, que no era del todo mala, pero... mucho dulce a veces empalaga y entonces Rosita quiso explorar el resto de los planetas que quedaban, no sin antes decirle a Rodrigo que volvería.

Y llegó Rosita al PLANETA DE LAS CONVERSACIONES INTERESANTES, donde se encontró con un ser amable y tierno, si mal no recuerdo su nombre era Héctor.
Y así pasó Rosita varios días conversando y riendo con Héctor, cuyas palabras siempre reconfortaban a Rosita.

A Rosita le encantaban la amabilidad y el conocimiento de Héctor, pues la llenaban de sosiego y seguridad. Pero tanto sosiego y tanta seguridad terminaron por aburrir un tanto a Rosita.
Y siguió Rosita su viaje hacia otro planeta, al despedirse de Héctor, le prometió que pronto vendría a verle de nuevo.

Llegó Rosita al tercer planeta, era este EL PLANETA DE LA AVENTURA.
Este planeta era gobernado por un niño muy travieso, que jugaba y saltaba todo el día, tenía también por pasatiempo, tocar un pequeño instrumento de viento y escribir poesías a todo cuanto le rodeaba; aves, cielo, nubes, rosas y así a todo cuanto veía.

En realidad el gobernante de aquel planeta no era un niño; era un hombre que se negaba a crecer entre aventura y aventura (muchas de ellas muy peligrosas) era su nombre Miguel.

Cuando Rosita llegó al EL PLANETA DE LA AVENTURA, se quedó sorprendida por la cantidad de bosques y montañas que habían para explorar y aparte de esto, las miles de cosas nuevas y desconocidas que allí existían (esto le causó cierto temor).

Cuando se encontró con Miguel, este la invitó inmediatamente a explorar los bosques, a experimentar cosas nuevas y a realizar cosas que ella nunca imaginó que haría.

Y pasaron días intensos conociendo cosas nunca antes vistas por Rosita, sin rutinas, ni horarios. Pero Rosita también se cansó de tantas aventuras y siguió su camino hacia el último de los cinco planetas de aquel sistema planetario, pero antes le prometió a Miguel que pronto volvería.



Así llegó Rosita al quinto planeta: EL PLANETA DEL COMPROMISO; planeta donde habitaban las ilusiones, las utopías, las transformaciones necesarias y así muchas otras de esas cosas con que se sostiene una idealista forma de vivir.

A ese planeta concurrían religiosamente Rodrigo, Héctor y Miguel. Rosita quedó muy sorprendida al verlos a todos allí reunidos, pero algo extraño pasaba; ninguno de ellos parecía reconocerla y por más que rosita intentó hacerles recordar, ninguno de ellos logró reconocerla, parecía que al llegar al PLANETA DEL COMPROMISO, todos se olvidaban de su cotidianidad para dar paso a la ardua tarea de la transformación del universo.

Pero todos fueron muy amable con Rosita y le mostraron qué era lo que hacían allí; le explicaron que en ese pequeño sistema penta-planetario, carecían de sol porque los poderosos planetas de la galaxia vecina, valiéndose de sus avanzadas tecnologías, se habían apoderado de toda la luz solar y apenas dejaban colar unos tenues hasta los planetas más pequeños y menos avanzados y también muchas otras riquezas habían sido arrebatadas por los gobernantes de aquellos poderosos planetas para su propio provecho, sumiendo a sus propios habitantes a la más oscura miseria. al igual que a los planetas de aquel pequeño sistema planetario.

Al enterarse de todo aquello, Rosita juró que en adelante siempre iría a participar en EL PLANETA DEL COMPROMISO y que pondría todo su ser, para luchar contra esa injusta distribución de la luz del sol y de los otros recursos del universo.

Y así volvió Rosita a su planeta de origen, donde contó a todos las experiencias que había vivido en los otros planetas.
Y mientras contaba de rodrigo y el amor, Héctor y el conocimiento y Miguel y lo desconocido, sintió nostalgia por ellos y recordó su promesa de verlos nuevamente y cual cometa, voló pasando por todos los planetas de aquel pequeño sistema viviendo y conociendo nuevas experiencias.

Hasta que un día, estando en el tercero de los planetas, Miguel la invitó al bosque de los sueños (de donde sólo él sabia salir) .
Y allí vieron las cosas más maravillosas que existían y corrieron y cayeron y rieron. Pero miguel, a sabiendas que sólo él conocía el camino, dejo que Rosita guiara el regreso (una ingenua maniobra para mantenerla a su lado) pero ella se preocupó tanto por no poder salir, que se puso muy triste y Miguel al verla tan consternada decidió sacarla del bosque de los sueños, pero ya se había hecho muy tarde y la llevo hasta su cama mágica para así protegerla de las hadas nocturnas de aquel bosque.

Miguel había descubierto algo que no existía en su planeta, era un sentimiento que nada podía explicar, un torbellino de contradicciones que podían confundir hasta al más sabio de los árboles, una profunda ansiedad como preludio de felicidad, un vacío que se llenaba y luego se volvía a vaciar y así constantemente, un extraño magnetismo que hipnotizaba cada uno de los poros de su piel y los conducían irremediablemente hacia ella. Ante la fuerza de tal descubrimiento, no pudo más que con un abrazo tierno y profundo y en un soplo de susurros, decirle todo cuanto sentía.

Pero ella ya se había ocultado en su refugio y aunque no lanzaba al corazón de él, aquellas flechitas envenenadas, lograba eludir todos los intentos de Miguel por hacer que saliera de su escondite.
Aquella contienda duró toda la noche, Miguel concentró todas sus fuerzas para convocar a Rosita a un lugar sin muros y sin temores, y le hablo tiernamente esperando ahuyentar los miedos que la hacían  mantenerse oculta en su refugio:

-Sólo te ofrezco, Rosita, todo mi mundo, que aunque desconocido e inexplorado, es hermoso y en él, podremos construir todas las utopías que soñamos.

Pero ella eludió hábilmente aquel ataque:

-Miguel, mi paso por tu planeta es sólo una de las paradas de mi viaje y las bellezas que aquí hay y todo lo que he compartido contigo, es sólo una de las partes de mi vida, debo seguir mi vuelo para así conseguir las otras partes que me faltan.

Él comprendió su situación, pero aún así, hizo un último y desesperado intento:

-Sí, lo sé, te has convertido en un cometa que cual tierna abejita, pasas por todos los planetas recogiendo todo lo dulce que hay en nosotros. Pero yo más que brindarte lo dulce que hay en mi planeta, quiero compartir contigo, la aventura de construir nuestros anhelos, quiero saberte compañera de mis sueños, pero no apresar tu vuelo pues es tu libertad la que me embriaga. Quiero, también, compartir tus vuelos, tus temores y tus sombras, aunque sé que en el fondo no es eso lo que buscas o si lo buscas, no es a mi lado.
Es tu vuelo goce individual y si lo compartes, crees que el peso de mis sueños no te dejarán alzar el vuelo, aún  así, quiero proponerte que dejes viajar mi recuerdo de pasajero en tu alma.

Pero ella no cedió, pues temía perder la libertad que le proporcionaba ser un cometa y no conocía otra forma de ser libre:

Miguel, un cometa es tal por su vuelo solitario, para viajar con tu recuerdo en mi alma deberé dejar de ser cometa.

Y Miguel al ver perdida la batalla, cayó rendido, ya desfallecido por tanta y tan feroz lucha.

Al despertar ya se encontraba solo, aquel cometa se había marchado y algo muy dentro de él, sabía que tardaría mucho tiempo en volverla a ver, y absorto en su tristeza, se internó en el bosque de los sueños para recordarla.

Y allá a lo lejos, donde la última constelación apenas brilla, en esas noches de luna llena, logro ver a aquel sistema penta-planetario que ahora tiene un pequeño cometa, que va cual laboriosa abejita, de planeta en planeta llevando y trayendo cosas lindas y maravillosas.

Pero en uno de esos planetas, el cometa suele pasar muy de prisa y a veces suele no detenerse, es en el tercer planeta, cuyo pequeño gobernante, ya casi no sale de su encierro en el bosque de los sueños, sólo se le ve cuando se cumple el ciclo de visita del cometa, es entonces cuando coloca, en un lugar bastante alto, todas las cosas bellas que ha recolectado para ella, entonces para no ahuyentarla, se oculta y desde allí la ve llegar a recoger todo lo que él le ha traído. Y con los ojos llenos de nostalgia por aquellos días en que jugaban y reían felices, Miguel sueña con el día en que Rosita logre derribar los muros de sus temores, para que así puedan volver a encontrarse en la hermosa aventura que es la vida.

Supongo que si esto no pasa, él terminará enamorándose de alguna de las hadas de su bosque y entonces volverá a saltar feliz haciendo nuevas aventuras.

Mientras tanto, desde el espacio se puede ver un mensaje escrito en la superficie del tercer planeta:

“Sólo me queda el sueño de tenerte y un bosque para soñarte”
              Miguel. 
 

LIBÉRATE DE TU ÓRBITA Y PERNOCTA PARA SIEMPRE 

EN MI BOSQUE DE SUEÑOS...